El regalo que no pude abrir
quedó sobre telones móviles.
Ya sabés que siempre la playa y yo
Y todas esas cuestiones…
Y por eso
es que no pude abrir el regalo,
porque no hay tempestad
ni motor
ni nave
que me obligue a soltarte la mano.
Gracias Calamaro y Vicentico, fuente de inspiración, unos genios!