La birome estará cerca del papel.
El papel, claro está, sobre la mesa.
En la mesa, la esperable mancha de sangre
-que alguna siempre habrá -.
La sangre no sintonizará con el revólver.
El revólver no tendrá tus huellas.
Las huellas imprimirán la silla, el armario, la pared, el orbe, el...
El caso –siempre hay uno- es que no habrá ningún enigma para resolver.
Los enigmas –ya sabemos- no visten a la poesía.
La poesía tendrá que ser vehículo y abrigo del papel
El papel, claro está, sobre la mesa.
En la mesa, la esperable mancha de sangre
-que alguna siempre habrá -.
La sangre no sintonizará con el revólver.
El revólver no tendrá tus huellas.
Las huellas imprimirán la silla, el armario, la pared, el orbe, el...
El caso –siempre hay uno- es que no habrá ningún enigma para resolver.
Los enigmas –ya sabemos- no visten a la poesía.
La poesía tendrá que ser vehículo y abrigo del papel
-o simple alegoría-
o se verá...
Fin.
o se verá...
Fin.
Aquí al fin la alegoría, piufff!!! Gracias, Marce.