sábado, 25 de marzo de 2017

Verdad



Cuando jugaba en tu casa
éramos chicas y me parecías inmensa,
y ahora, en una foto que te eterniza,
estás siempre adolescente y sos infinita.

Tarde de sol en la exEsma,
una nena pequeñita
-una ternurita despierta y juguetona-
salta alegre sobre el césped,
mece tu rostro en un cartel que le cuelga del cuello
y señala riendo con dedito travieso
tu risa en la pared.

Quise mostrarles a mis hijos cómo te dejaron eterna para siempre,
la misma en mi memoria, en esa pared y en el retrato que hamacaba una nena,
pero no pude.

Tu vida tan despierta todavía, en la sonrisa de una nena,
tu sangre
venciendo a la muerte.

L. V., in memoriam




1 comentario:

María Beatriz Espinosa dijo...

Qué historia tan triste. Qué bien hace saber que hay tanta gente que el 24 de marzo marcha. Me alegra muchísimo que escribas poesías. Un abrazo!