jueves, 26 de abril de 2007

Milongueando


Suenan las cuerdas y el alma
ya sabe qué está pasando.


Se distrae la mirada
y los acordes la traen.


Quiere fugarse en un ala
y una milonga la atrapa
-fina red sobre la pista
que peina las madrugadas-

Y cuando busca perderse
la que llama es la guitarra.

Gracias Esteban por pedirme tango.

2 comentarios:

UTOPICA dijo...

¡Espléndido! ¡Perfecto!
Este poemita es auténtica poesía. No necesita una palabra más para hacer sentir algo tan próximo al corazón de quienes vivimos otros tiempos en esta ciudad de Buenos Aires donde no había tantos rascacielños ni tanta miseria.

Besos,
Utópica

Pablo Bedrossian dijo...

Pura poesía y poesía pura... Cuánta belleza!